Fuimos un par de acróbatas...
A veces hay que hacer verdaderas acrobacias para seguir adelante, porque no todo es un camino de rosas.
Por suerte tenemos nuestra red que nos libra de una caída libre al vacío.
Una red que de momento es lo suficientemente fuerte para soportar la caída.
Una red que hemos ido tejiendo nosotros mismos a base de pequeños errores y grandes tropiezos.
Por nuestra red, que nos dure mucho tiempo.